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(Medidor de flujo máximo, PFM, Medición del flujo espiratorio máximo)
La medición del flujo máximo es un procedimiento en el que se mide el aire que sale de los pulmones. La medición obtenida se denomina velocidad de flujo espiratorio máximo (PEFR por sus siglas en inglés) o flujo espiratorio máximo (PEF por sus siglas en inglés).
La medición del flujo máximo puede obtenerse mediante un espirómetro, un instrumento con una boquilla que mide la cantidad de aire inspirado y/o espirado y la velocidad en que el aire se inhala y exhala de los pulmones. El flujo máximo también puede medirse con un medidor de flujo máximo (PFM por sus siglas en inglés) que es un dispositivo manual y portátil. Ambos dispositivos toman la medición mientras una persona sopla con fuerza en la boquilla del dispositivo.
La espirometría generalmente se realiza en un consultorio médico, en una clínica o en un hospital. El medidor de flujo máximo es lo suficientemente pequeño y liviano para utilizarse prácticamente en cualquier lugar. Existen varios tipos de medidores de flujo máximo. Sin embargo, es importante que se siga usando el mismo tipo de medidor de flujo máximo de manera regular, ya que la velocidad de flujo espiratorio máximo puede variar entre diferentes marcas y tipos de medidores.
La medición del flujo máximo mediante un medidor de flujo máximo es especialmente útil para personas con asma. Durante un ataque de asma, las vías respiratorias grandes de los pulmones empiezan a estrecharse lentamente. Esto disminuye la cantidad de aire que sale de los pulmones. Un medidor de flujo máximo, cuando se utiliza correctamente, puede revelar el estrechamiento de las vías respiratorias antes de que se produzca una crisis de asma. Los medidores de flujo máximo pueden ayudar a determinar:
cuándo buscar asistencia médica de emergencia
la eficacia de un plan de tratamiento y control del asma
cuándo suspender o agregar medicamentos, según lo indique un médico
qué desencadena una crisis asmática (como el asma inducido por el ejercicio)
Otros procedimientos relacionados que se pueden utilizar para diagnosticar problemas de los pulmones y del tracto respiratorio incluyen: radiografías de tórax, broncoscopia, broncografía, fluoroscopia de tórax, ultrasonido de tórax, biopsia pulmonar, gammagrafía pulmonar, mediastinoscopia, oximetría, tomografía por emisión de positrones (PET por sus siglas en inglés), biopsia pleural, angiograma pulmonar, pruebas de función pulmonar, radiografías de los senos paranasales y toracocentesis. Consulte estos procedimientos para obtener información adicional.
El aparato respiratorio está formado por los órganos que realizan el intercambio gaseoso, y son los siguientes:
nariz
faringe
laringe
tráquea
bronquios
pulmones
Las vías respiratorias superiores incluyen:
cavidad nasal
celdillas etmoideas
senos frontales
seno maxilar
El tracto respiratorio inferior incluye los pulmones, bronquios y alvéolos.
Los pulmones absorben el oxígeno que las células necesitan para vivir y llevar a cabo sus funciones normales. También son los encargados de expulsar el dióxido de carbono, producto de desecho de las células del cuerpo.
Los pulmones son dos órganos en forma de cono, compuestos por tejido esponjoso de color gris rosáceo, que ocupan la mayor parte del espacio del pecho o tórax (la parte del cuerpo que está entre la base del cuello y el diafragma).
Los pulmones están cubiertos por una membrana llamada pleura.
Los pulmones están separados uno del otro por el mediastino, un área que contiene lo siguiente:
el corazón y sus grandes vasos
la tráquea (conducto de aire)
el esófago
el timo
los ganglios linfáticos
El pulmón derecho tiene tres secciones, llamadas lóbulos. El izquierdo tiene dos lóbulos. Cuando respira, el aire entra al cuerpo por la nariz o la boca. Luego baja por la garganta a través de la laringe y la tráquea, y entra en los pulmones a través de conductos llamados bronquios principales.
Uno de los bronquios principales va hasta el pulmón derecho, y el otro, al izquierdo. Dentro de los pulmones, los bronquios principales se dividen en bronquios más pequeños y luego en conductos aún más pequeños llamados bronquiolos. Los bronquiolos terminan en sacos de aire diminutos llamados alvéolos.
Un medidor de flujo máximo (PFM) puede ayudar a manejar el asma. Puede brindarle a usted y a su médico información sobre cuán abiertas están las vías respiratorias de los pulmones. El PFM puede detectar pequeños cambios en las vías respiratorias grandes antes de que comience a sibilar.
El uso diario del PFM le permitirá saber cuándo comienza a caer el flujo máximo. Esto le permite hacer cambios tempranos en su medicación o rutina para ayudar a prevenir que los síntomas de asma empeoren. El PFM también puede identificar el valor que determinará el momento en el que usted deberá llamar al médico o ir a la sala de emergencias.
Los medidores de flujo máximo se utilizan principalmente para personas con asma. Es posible que su médico no recomiende el uso de un PFM a menos que considere que su asma es moderada o grave y a usted se lo trate con medicamentos. Los medidores de flujo máximo también son útiles en niños con asma.
Las mediciones obtenidas por los PFM también pueden ser útiles para evaluar otras condiciones como las siguientes:
enfisema: enfermedad pulmonar crónica que afecta los alvéolos, los sacos de aire más pequeños de los pulmones.
bronquitis crónica: inflamación persistente de los bronquios, que aumenta la producción de moco y produce otros cambios
Dado que la obtención de la medición del flujo máximo es un procedimiento no invasivo, es seguro para la mayoría de las personas. Es rápido y económico. Sin embargo, la persona debe ser capaz de seguir instrucciones claras y sencillas.
Tener que respirar profundamente para realizar el procedimiento puede hacerlo sentir mareado, aturdido o que le falta el aire.
El procedimiento puede desencadenar tos y/o sibilancias.
Es posible que surjan riesgos, según su estado de salud específico. Recuerde consultar todas sus dudas con su médico antes del procedimiento.
Algunos factores o estados pueden interferir con la precisión de la medición de flujo máximo. Estos factores pueden incluir, entre otros, los siguientes:
tos durante el procedimiento
sellado inadecuado alrededor de la boquilla mientras se realiza el procedimiento
medidor sucio
bloqueo de la boquilla con la lengua
uso de medicamentos broncodilatadores (que abren las vías respiratorias)
uso de un tipo o marca diferente de PFM, ya que las mediciones pueden variar entre marcas y tipos de medidores
Su médico le explicará el procedimiento y le ofrecerá la oportunidad de formular las preguntas que tenga al respecto.
En general, no se requiere preparación previa, como el ayuno, la restricción de líquidos o la sedación. Sin embargo, se le puede pedir que evite comer pesado antes de la prueba.
Informe a su médico sobre todos los medicamentos (con receta y de venta libre) y suplementos de hierbas que esté tomando.
Antes de comenzar el control diario de rutina de PFM, el médico puede indicarle que realice la medición de flujo máximo en un horario más detallado durante dos o tres semanas para establecer su mejor medición de flujo máximo personal. Este mejor valor personal se utilizará como referencia para sus mediciones de rutina.
En función de su estado clínico, su médico puede solicitar otra preparación específica.
La medición de flujo máximo se puede realizar una o más veces por día a la misma hora, cada vez que experimente señales de advertencia tempranas de una crisis de asma, o según lo indique su médico. Siempre debe utilizar el PFM antes de tomar medicamentos para el asma. Su médico puede recomendar otros momentos en los que el uso de un PFM resulta útil.
Por lo general, la medición de flujo máximo sigue este proceso:
Antes de cada uso, asegúrese de que la aguja deslizante del PFM esté en cero.
Sostenga el PFM por el mango.
Párese derecho.
Retire todo alimento o chicle de la boca.
Respire profundamente y coloque la boquilla en la boca. Selle los labios y los dientes alrededor de la boquilla.
Sople lo más fuerte y rápido que pueda. Recuerde que una "espiración rápida" es mejor que una "espiración lenta".
Anote el número en el que se detuvo la aguja deslizante en la escala.
Vuelva a poner la aguja en cero.
Repita esta rutina tres veces. Sabrá que ha realizado la técnica correctamente cuando las tres lecturas sean aproximadas entre sí.
Si tose durante una medición, deberá repetirla.
Anote el número más alto en un gráfico o anotador. No promedie estos números. A este número se lo conoce como "flujo máximo".
Utilice el medidor de flujo máximo una vez al día, o según le indique su médico. Mida los flujos máximos aproximadamente a la misma hora todos los días. Un buen momento puede ser cuando se levanta a la mañana o a la hora que se acuesta.
Cualquier tipo de cuidado después del procedimiento dependerá de los resultados del procedimiento. Su médico le informará acerca de las zonas de flujo máximo y le enseñará cómo debe responder cuando una medición de flujo máximo indica una zona en particular.
Las zonas de flujo máximo se basan en el concepto del semáforo: rojo significa peligro, amarillo significa precaución y verde significa seguro. Estas zonas son diferentes para cada persona. Su médico le ayudará a determinar cuáles son sus zonas de flujo máximo. Las tres zonas de flujo máximo son:
Verde: ésta es la zona SEGURA. La zona verde se encuentra entre el 80 y el 100 por ciento de su mayor lectura de flujo máximo, o mejor valor personal. Ésta es la zona en la que debe estar todos los días. Las mediciones comprendidas en esta zona indican que el aire circula bien a través de las vías respiratorias; por lo tanto, puede realizar las actividades normales e irse a acostar sin problemas.Debe continuar siguiendo el plan de asma según lo indique su médico.
Amarillo: ésta es la zona de PRECAUCIÓN. La zona amarilla comprende entre el 50 y el 80 por ciento de su mejor valor personal. Las mediciones comprendidas en esta zona indican que las vías respiratorias están comenzando a estrecharse. Puede comenzar a tener síntomas leves, como tos, sensación de cansancio, sensación de que le falta el aire o sensación de opresión en su pecho. Estos síntomas pueden impedirle realizar sus actividades habituales o dormir bien.Debe informar a su médico cuando esto ocurra. Su médico podrá indicarle que aumente la cantidad de medicamentos o que los cambie y darle instrucciones adicionales para ayudar a prevenir que los síntomas empeoren.
Rojo: ésta es la zona de PELIGRO. La zona roja es inferior al 50 por ciento de su mejor valor personal. Las lecturas comprendidas en esta zona indican que se ha producido un estrechamiento grave de las vías respiratorias. Ésta es una situación de emergencia médica y usted deberá buscar ayuda de inmediato. Puede estar tosiendo en este momento, puede sentir una sensación de que le falta el aire, experimentar sibilancias al respirar o retracciones. También puede tener problemas al caminar o hablar. Debe tomar los medicamentos aliviadores ya y llamar a su médico.
El objetivo de las zonas de flujo máximo es reconocer los síntomas tempranos del asma que no está bajo control.
Si es necesario que consiga un nuevo PFM, deberá obtener un nuevo mejor valor personal para el nuevo medidor.
Es posible que su médico le brinde instrucciones adicionales o alternativas en función de su situación específica.
El contenido proveído aquí tiene un propósito informativo únicamente, y no está diseñado para diagnosticar o tratar un problema de salud o una enfermedad ni reemplazar el consejo médico que usted reciba de su médico. Por favor, consulte a su médico para aclarar cualquier pregunta o preocupación que usted pueda tener acerca del trastorno que padece.
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American Academy of Allergy, Asthma and Immunology (Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología)
American Academy of Pediatrics (Academia Americana de Pediatría)
American Lung Association (Asociación Americana del Pulmón)
National Heart, Lung, and Blood Institute (NHLBI) (Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y la Sangre)
National Institutes of Health (NIH) (Institutos Nacionales de la Salud)
National Library of Medicine (Biblioteca Nacional de Medicina)