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El cuerpo está formado por elementos básicos llamados células. Cuando estas células cambian y crecen sin control, se llama cáncer. Las células anormales desplazan a las células normales y sanas, lo que dificulta que su cuerpo funcione de la manera correcta. Las células normales crecen cuando el cuerpo las necesita y mueren cuando ya no las necesita. El cáncer está formado por células anormales que crecen aun cuando el cuerpo no las necesita. En la mayoría de los tipos de cáncer, las células anormales crecen hasta formar un nódulo o una masa llamada tumor.
Hay dos factores que se suman a la causa del cáncer. Uno es una tendencia genética a contraer cáncer. El otro es la exposición a ciertos factores desencadenantes. Algunos ejemplos son los cigarrillos, las toxinas ambientales, la exposición al sol o el daño hepático.
Algunos cánceres parecen ser parcialmente heredados. Estos incluyen un tipo de cáncer de ojo y una pequeña cantidad de cánceres de mama y de ovario. Pero para la mayoría de los cánceres, los proveedores de atención médica creen que las células de algunas personas pueden tener más probabilidades de volverse cancerosas (malignas). Estas personas pueden desarrollar un cáncer con una exposición relativamente menor a un desencadenante del cáncer, como los cigarrillos o el sol, que las personas cuyas células tienen un umbral más alto.
Ciertos patrones de alimentación pueden aumentar o disminuir el riesgo de cáncer. La dieta rica en grasas y baja en fibra, común en los países desarrollados, puede desempeñar un papel en aproximadamente un tercio de todos los cánceres. Desde la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer (American Cancer Society, ACS), se recomienda un patrón de alimentación saludable que incluya una variedad de frutas y verduras, así como cereales integrales. También se recomienda que las personas limiten o eviten el consumo de carnes de res procesadas, bebidas azucaradas, alimentos altamente procesados y alcohol. También es importante mantener un peso corporal saludable. Pregúntele al proveedor cuál es el peso saludable para usted.
La exposición a sustancias químicas específicas o a la contaminación puede aumentar el riesgo de cáncer. En algunos trabajos, la exposición prolongada a algunas sustancias químicas puede causar ciertos tipos de cáncer. Se han identificado y regulado ciertas sustancias cancerígenas (carcinógenos). En la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer (American Cancer Society) hay más información sobre sustancias químicas, riesgo de cáncer y cómo limitar su exposición.
Sí. Los cigarrillos causan la mayoría de los cánceres de pulmón. Son un factor importante en los cánceres de vejiga, páncreas, boca, laringe, esófago y riñón. Fumar puros se asocia con riesgo de cáncer de pulmón, boca, laringe y esófago. También existe un vínculo entre el humo del tabaquismo pasivo y el cáncer tanto en adultos como en niños. Aún se están estudiando los efectos a largo plazo de los cigarrillos electrónicos sobre la salud.
Los proveedores de atención médica creen que se pueden prevenir muchos tipos de cáncer. Los métodos de prevención incluyen no fumar, prevenir el daño solar, practicar un comportamiento sexual seguro y llevar una dieta saludable. Estos pueden reducir la incidencia del cáncer. Mediante las pruebas de detección de cáncer recomendadas se pueden encontrar y tratar precánceres y cánceres en forma temprana. Se pueden realizar pruebas de detección de cáncer de cuello uterino, de mama, colorrectal y de pulmón. Pregúntele a su proveedor qué pruebas de detección puede necesitar. Es importante señalar que muchas personas que padecen cáncer no tienen ningún factor de riesgo conocido. Pero probablemente se podrían prevenir más si se conociera más información, por lo que la investigación es muy activa en este campo.
Las células cancerosas pueden multiplicarse para producir literalmente miles de millones de células antes de que un tumor crezca lo suficiente como para detectarlo o causar síntomas. Por eso es tan importante la prevención y algunos métodos de detección. Mediante las pruebas de detección se puede encontrar el cáncer antes de que una persona presente síntomas.
En una pequeña cantidad de cánceres, ciertas pruebas pueden detectar cambios tempranos. El mejor ejemplo es el cáncer de cuello uterino (la prueba de Papanicolaou).
Además, el cáncer no es una enfermedad sino una categoría de enfermedades. Por ejemplo, el cáncer de mama es muy diferente del cáncer de pulmón, por lo que las pruebas para detectarlo o diagnosticarlo son diferentes.
Mucho depende del estadio de la enfermedad y de la persona. El estadio indica qué tan grande es el cáncer y si se ha propagado. Por ejemplo, si es posmenopáusica, un comprimido de hormonas puede ser el mejor tratamiento para el cáncer de mama con ganglios linfáticos afectados. Si es premenopáusica, la quimioterapia puede ser la mejor opción.
La cirugía, la quimioterapia y la radiación son ejemplos de tratamientos convencionales contra el cáncer. Es posible curar algunos cánceres. Pero el objetivo del tratamiento del cáncer es diferente para cada persona. El objetivo puede ser curar el cáncer, controlarlo o aliviar los síntomas (paliación). Hable con su equipo de atención médica sobre el objetivo de su tratamiento contra el cáncer para saber qué esperar.
Muchos tratamientos se toleran bien. Pero el tratamiento puede provocar efectos secundarios porque las células cancerosas se parecen mucho a las células normales. Entonces, para destruir a las células cancerosas, a menudo se corre el riesgo de dañar células o tejidos normales. Esto es diferente de otras enfermedades como las infecciones bacterianas, por ejemplo. Debido a que las bacterias son completamente diferentes de las células de su cuerpo, los antibióticos pueden matarlas y no afectarlo mucho.
Las células normales que a menudo se dañan debido al tratamiento del cáncer incluyen los folículos pilosos, las células de la médula ósea que forman nuevos glóbulos y células que recubren la boca, el tubo digestivo y el sistema reproductivo. El daño a estas células provoca efectos secundarios, como caída del cabello, fatiga, anemia, náuseas, vómitos, diarrea y cambios en la función sexual y la fertilidad. Su equipo de atención médica puede ayudarlo a saber qué efectos secundarios esperar, cuándo informarlos y cómo controlarlos.
La fatiga no se puede prevenir porque no siempre se conoce su causa exacta. Pero puede disminuir el efecto de la fatiga, por ejemplo, conservando energía. Si la fatiga está relacionada con un recuento bajo de glóbulos rojos (anemia), existen formas de elevar su nivel y aliviar la fatiga. Consulte la información en la zona temática sobre fatiga y hable con su enfermero o proveedor de atención médica. Ellos pueden ayudarlo a manejar la fatiga.
La fatiga relacionada con los tratamientos de radiación generalmente comienza alrededor de la segunda o tercera semana de tratamiento. Puede continuar hasta por 3 meses o más después del tratamiento. Es importante cuidarse bien. Esto significa llevar una alimentación bien equilibrada, beber mucho líquido, dormir bien por la noche y hacer ejercicio según lo tolere, como caminar con regularidad. Una vez que empiece a sentirse fatigado, adapte su actividad a cómo se siente. Debe identificar las actividades o tareas que tiene que realizar y pedirle a otra persona que haga las otras tareas.
En primer lugar, si usted mismo conduce hasta sus tratamientos de radiación, vea si alguien más puede llevarlo cuando comience a sentirse cansado.
En segundo lugar, intente llevar un diario de cómo se siente. Observe qué lo hace sentir con más energía y qué lo hace sentir más cansado. No haga las actividades más agotadoras. Califique las actividades usando una escala simple, como en una escala de 0 (lleno de energía) a 10 (absolutamente agotado, sin energía).
En tercer lugar, hable con su proveedor de atención médica sobre los problemas que surjan o si su fatiga es grave.
La fatiga es un síntoma real. Puede provocar una disminución de la calidad de vida. Factores como el tratamiento, el recuento bajo de glóbulos rojos (anemia), el estrés, los problemas para dormir y la mala nutrición pueden contribuir a la fatiga. Aún así, como nadie más puede ver su fatiga, es común que se cuestione al respecto. No lo haga. La fatiga suele ser una parte real del cáncer y su tratamiento.
La fatiga afecta a cada persona de manera diferente. Además, existen muchos grados de fatiga. Algunas personas pueden descubrir que no pueden hacer cosas simples que solían hacer, como subir escaleras sin detenerse o agarrarse del pasamano. Otros pueden tener problemas para ponerse de pie en la ducha y cansarse demasiado, por lo que una silla para la ducha es útil. Pueden ocurrir cambios en los procesos mentales, causando "pensamiento confuso". Puede resultar difícil concentrarse en cosas como leer o mirar televisión. Visitar a su familia, cocinar u otras actividades que solía disfrutar antes de comenzar el tratamiento contra el cáncer ahora pueden resultar demasiado agotadoras. Pero hay consejos que lo ayudarán a conservar su energía para las actividades que son importantes para usted.
Esta puede ser una de las cosas más difíciles de hacer. La mayoría de los miembros de la familia quieren ayudar y simplemente están esperando hacer algo. A menudo se sienten impotentes y temerosos de preguntar si pueden ayudar. Si es muy específico acerca de lo que le gustaría que hicieran, les resultará mucho más fácil ayudar. A veces, una reunión familiar es una buena manera de contarles a los familiares lo que está pasando y organizar las tareas y actividades. Una reunión familiar también puede ser útil cuando los miembros de la familia no comprendan que la fatiga es un problema real relacionado con el cáncer y su tratamiento. Su proveedor de atención médica, enfermero o trabajador social también pueden ayudar con esto.
Debería llamar al proveedor de atención médica si tiene alguno de estos síntomas:
Mareos
Pérdida del equilibrio
Problemas para sentarse, pararse o caminar
Dormir todo el tiempo
No puede dormir por la noche
De repente se siente mucho más fatigado
Se lástima a si mismo
Necesita ayuda para hablar con su familia sobre sus sentimientos o necesidades
Cualquier problema nuevo con el que necesite ayuda
La clave para obtener lo mejor de su equipo médico es presentar sus problemas de la forma más clara y precisa posible. Asegúrese de aclarar exactamente qué es lo que desea saber y qué necesita.
No hasta donde saben los investigadores. Muchos centros oncológicos se dedican actualmente a descubrir si una determinada alimentación puede alterar el curso del cáncer en algunos casos tempranos seleccionados. Pero no hay evidencia de que los suplementos dietéticos, las vitaminas, los minerales o las dietas especiales realmente cambien el curso del cáncer una vez que se ha desarrollado.
Los investigadores han logrado enormes (y crecientes) avances en su comprensión del cáncer. Pero la brecha entre la comprensión y el tratamiento (entre el laboratorio y la cabecera) es amplia. Debido a que las historias sobre la investigación del cáncer a menudo aparecen en los medios de comunicación como si esa brecha fuera pequeña, la gente tiende a esperar grandes cambios en el tratamiento. Esta tendencia es en parte responsable del sentimiento generalizado de decepción con el impacto de la investigación del cáncer.
Muchos cánceres SE CURAN. Dado que cada cáncer es diferente, es poco probable encontrar una cura universal única. Esto es parecido a que no exista un único antibiótico que cure todas las infecciones. Es muy probable que los investigadores logren más avances en algunos tipos de cáncer. Los mayores cambios en el cáncer pueden provenir de la prevención o de otras direcciones, como tratamientos o vacunas para prevenir la propagación después de que se haya extirpado el cáncer primario. Nadie sabe lo que va a pasar. Pero es muy poco probable que haya un avance único y repentino que produzca una cura milagrosa universal.
La caída del cabello debido a la quimioterapia es temporal. Por lo general, vuelve a crecer una vez finalizado el tratamiento. En algunos casos, el cabello puede volver a crecer durante la terapia. A menudo, la textura del cabello es diferente durante el primer año. Luego, después de aproximadamente un año, generalmente vuelve a ser como antes de la quimioterapia. La caída del cabello debido a la radioterapia puede ser irreversible.
Los efectos secundarios ocurren porque la quimioterapia daña las células normales que se dividen con frecuencia, así como las células cancerosas. Se puede hacer mucho para prevenir o disminuir los efectos secundarios que sufre una persona después de la quimioterapia.
Las náuseas, los vómitos y la fatiga son los peores efectos secundarios para muchas personas. Estos a menudo se pueden controlar. Y hay muchos consejos de cuidado personal que pueden ayudar. La anemia, que puede provocar fatiga, también se puede prevenir o tratar en muchos casos. Hable con su equipo de atención médica para saber cuándo informar los efectos secundarios y cómo controlarlos.
No. La anemia es una afección común que puede ser causada por afecciones no cancerosas (benignas). Algunos cánceres pueden suprimir la capacidad del cuerpo para producir sangre con normalidad. Algunos tratamientos contra el cáncer pueden causar anemia. Muchos pacientes con cáncer nunca tendrán anemia y muchas personas sin cáncer pueden desarrollar anemia por otras razones.
Hay muchos tipos y causas diferentes de la anemia. El alcohol puede causar anemia al suprimir la capacidad del cuerpo para producir sangre con normalidad. El consumo de alcohol también puede provocar afecciones que aumentan el riesgo de hemorragia, mala nutrición y enfermedades crónicas que provocan anemia. Si tiene preguntas sobre el consumo de alcohol durante el tratamiento del cáncer, hable con su proveedor de atención médica.
Los glóbulos rojos del cuerpo viven unos 120 días o 3 meses. La quimioterapia no daña los glóbulos rojos que ya se produjeron y circulan en la sangre. La quimioterapia daña las células de la médula ósea que producen los glóbulos rojos. La quimioterapia evita que estas células reemplacen a los glóbulos rojos normales cuando se agotan. Es por eso que es posible que la anemia no se desarrolle durante un tiempo después de que comience la quimioterapia.
El tratamiento dependerá de la causa de la anemia. Si la causa de la anemia es la insuficiencia de componentes básicos en el cuerpo (como hierro, ácido fólico o vitamina B12), el tratamiento incluye agregarlos nuevamente al cuerpo. Luego se pueden producir glóbulos rojos y los valores sanguíneos vuelven a la normalidad. Si la causa es la quimioterapia o, a veces, la radiación, en algunos casos se pueden administrar transfusiones de glóbulos rojos o inyecciones de eritropoyetina. La eritropoyetina es una hormona natural que producen los riñones. Le indica a la médula ósea que produzca más glóbulos rojos.
Muchas personas con cáncer buscan una segunda opinión de otro proveedor de atención médica. Hay muchas razones para obtener una segunda opinión, incluso si no se siente cómodo con la decisión del tratamiento, si el tipo de cáncer es poco común, si existen diferentes formas de tratar el cáncer o si no puede consultar a un experto en cáncer. Además, algunas compañías de seguros médicos exigen una segunda opinión antes de comenzar el tratamiento. Una segunda opinión puede ayudarlo a tener más confianza en el diagnóstico, el plan de tratamiento o el equipo de tratamiento del cáncer.
Puede obtener una segunda opinión de muchas maneras:
Es posible que su proveedor de atención médica primaria pueda recomendarle un especialista, como un cirujano, un oncólogo médico o un oncólogo radioterapeuta. A veces, estos proveedores de atención médica trabajan juntos en centros o programas oncológicos.
Puede llamar al Servicio de Información sobre el Cáncer al 800-4-CANCER (800-422-6237). Este servicio informa a las personas que llaman sobre los centros de tratamiento, incluidos los centros oncológicos y otros programas respaldados por el Instituto Nacional del Cáncer.
Puede obtener los nombres de los proveedores de atención médica de su sociedad médica local, de un hospital cercano, de una facultad de medicina o de grupos locales de defensa del cáncer, así como de otras personas que hayan tenido ese tipo de cáncer.